Consideramos que el eje de la Permacultura es el diseño de los aspectos esenciales de la vida; por ello iniciamos con la agricultura trabajando en el logro de nuestra soberanía alimentaria. Creemos que es lo primero que podemos hacer para tener salud y bienestar.
El diseño de huertos comestibles ocupa toda nuestra atención, con policultivos en asociación y favoreciendo estructuras que sostienen mucho abono y coberturas del suelo, clave para el logro de buenas plantas y mejores frutos.
Pero la Permacultura, especialmente, es diseño integrado, de modo que nos obliga a planear el manejo eficiente del agua, las energías, el hábitat de construcción y sus servicios, para que confluyan en el espacio y en el tiempo de manera armónica y eficiente, además de bella, como seguramente busca todo diseñador.
El primer filtro que diseñamos partió del único punto de agua en toda la propiedad, donde se lavaban platos, circulando grasas en buena cantidad, detergente orgánico y más desechos. Realizamos una excavación profunda con arena en el fondo y capas de piedras en combinación con otros materiales. Actualmente es un espacio de plantas medicinales en la zona 1 de la vivienda campesina: hierba luisa, toronjil, hierba buena, un arrayán enano, hierba maggi, tomillo, ruda, menta y flores, prosperan. La instalación funciona de manera eficiente como un sistema de riego. Es una zanja de infiltración, pues pequeños agujeros drenan agua hacia los bancales por gravedad.
Nuestro diseño de Permacultura busca establecer espacios productivos de alta eficiencia y buena salud mediante intercultivos, estructuras y micro-ambientes adecuados, para que las plantas prosperen con la menor intervención humana, la mínima cantidad de agua y el menor impacto ambiental.
Si bien usamos productos químicos orgánicos como el azufre, la cal, la ceniza y el silicio que elaboramos con cascarilla de arroz, se ocupan hasta que la presencia suficiente de microorganismos y la compañía de plantas en asociación regulan la síntesis protéica de los cultivos. Este diseño está presente en nuestras camas biointensivas, bancales, camas calientes y jardines comestibles. Siempre partimos de un buen sustrato, abonado con biofermentos como el bocashi que favorecen el desarrollo de los microorganismos regeneradores del suelo.
Una de nuestras favoritas es la asociación de col con alcachofa y eneldo. Vainitas junto a acelga morada es una asociaciónrpoductiva que funciona muy bien durante largo tiempo. Un girasol en la cama de lechugas, las hace fuertes y mejora su tamaño.
Con la permacultura hemos aprendido que todos somos diseñadores o que podemos serlo para organizar nuestra propia vida y favorecer la existencia de una vida en comunidad, solidaria y unida en momentos trascendentales que exigen recuperar el bienestar y la permanencia de siete generaciones más allá de nosotros.