Una de las enseñanzas de mi madre fue el masaje facial con la crema de aceites esenciales, por la noche. Luego aprendí tui na, masaje chino pues practico tai’chi, y encontré que eran en esencia los mismos movimientos para tocar los puntos energéticos y curativos en un masaje.
Una vez que te limpies el rostro como acostumbres, nada mejor que un buen masaje facial, como sigue:
Esparce la crema sobre el rostro, siempre de abajo hacia arriba, con suaves movimientos circulares y muy lentamente. Siente la piel, los tejidos y los huesos, tocándolos con suavidad en un movimiento circular de adentro hacia afuera.
La piel se mueve hacia las orejas desde la barbilla, las mejillas, los pómulos y la frente con las dos manos, usando una en cada lado de la cara. Termina dando masaje a las cejas entre dos dedos, las cienes y el hueso de la barbilla. Coloca las palmas de las manos sobre tus ojos y presiona ligeramente haciendo círculos durante al menos diez veces. Según la medicina china, estás tocando todos los puntos del cuerpo en tu cara.
Este masaje bien puede hacerse con aceite de almendras dulces y aceite esencial de geranio para calmar la piel y las emociones. Se aplican ocho gotas de geranio en 100ml de aceite. En el rostro vienen bien el palo santo, la rosa, el árbol de té, estos últimos solo cuatro gotas en 100ml. Si no tienes ninguno, la caléndula sola es maravillosa, como su nombre del griego, flor de maravilla.