En una esquina del huerto Fukuoka cultivado con agricultura natural, diseñamos un círculo de plátanos que se alimenta de agua gris, desde el lavadero de platos eficiente; funciona con agua caliente solar de bajo costo.
El círculo de plátanos es un recurso muy usual en la Permacultura, empleado para regenerar aguas grises e incluso negras. Esta planta macrófita transforma las sucias aguas en bananas deliciosas y saludables. A mayor abundancia de aguas grises, mejores y más lindas plataneras. Es la ley…
Aprovechamos el maravilloso clima de esta zona, Tumbabiro, Urcuquí, Chachimbiro ya que afortunadamente, en Ajumbuela tenemos un poco de todos. Los plátanos siempre fueron un sueño postergado con intentos fallidos hasta este diseño permacultural que es plenamente sustentable.
En esta oportunidad describiremos paso a paso cómo funciona el lavadero demostrativo eficiente.
El agua caliente proviene de mangueras negras que se colocan en el techo cercano al lugar de la instalación. Hay que usar mangueras para agricultura, evitando las de luz. Una primera experiencia falló al estallar el sistema por la fuerza del agua.
Se enrollan en un círculo con una estructura de aluminio como base.
Luego, se colocan en el techo de la instalación o junto a la misma y cerca de la fuente de agua. El mueble tiene tres tinas, en la primera va la llave de agua caliente, a la que colocamos agua jabonosa una vez llena. La segunda tina tiene agua tibia limpia para enjuagar, en la tercera se escurren los platos.
El agua gris resultante va al círculo de plátanos que tiene un agujero de un metro y medio cavado en el centro y cubierto con rastrojos. Por ahora llega manualmente, pero en breve se hará con un tapón y desagüe. El círculo de plátanos «aguanta todo», es decir todo tipo de desperdicios y grasas de la cocina, incluso transforma y digiere jabones, con excepción del cloro. El mueble de la instalación está hecho con madera plástica y polialuminio reciclado de tetrapack. No hay problema con el desgaste por los elementos, el daño de los materiales o su oxidación.
El ahorro de agua usando este sistema hídrico permacultural es muy notable, todos podemos percibirlo, ya que usualmente gastamos un promedio de 80 litros en la cocina para lavar cien platos, y en este caso el requerimiento se reduce a 10 litros, que además son aprovechados por las plantas.