Esta planta ancestral originaria de los Andes (achocchas, achojchas, caiguas) puede cultivarse en climas templados o cálidos, con suelos bien drenados y abundante agua.
Es una curcubitácea y alimento de muchos nutrientes como betacarotenos que protegen la piel y los tejidos blandos, también aporta gran cantidad de hierro, calcio, fósforo y vitaminas en la dieta, además de abundante fibra y agua. Las abuelas preparaban especialmente un locro de achogcha con papas y abundante ají de zambo, una verdadera delicia que todavía se conoce en el campo.
En la provincia de Imbabura, Ecuador, donde nos encontramos, se da maravillosamente enredada en árboles de cereza y formalmente, crece sobre estructuras de carrizo que les proveemos para que se sujeten.
Prepáralas de la siguiente manera:
Córtalas en el extremo del tallo para extraer las semillas, negras y brillantes, que una vez secas crecerán rápidamente en tierra fértil. Pueden tener agua dentro si están muy tiernas, de modo que habrá que tener cuidado al abrirlas para no perder los valiosos jugos llenos de minerales.
Cuécelas al vapor, de preferencia, para elaborar esta receta de achogchas rellenas con arroz integral y hortalizas del huerto.
Receta de achogchas rellenas con arroz integral y hortalizas del huerto
Ingredientes:
- diez achogchas
- una taza de arroz integral
- 1 cucharadita de sal marina
- dos cucharadas de un buen aceite vegetal, oliva o girasol.
- tres zanahorias cocidas de tamaño medio
- una taza de arvejas cocidas
- una taza de garbanzos cocidos
- 1/4 de cucharadita de achiote
Hazlo así:
- Corta las achogchas y limpia el interior extrayendo las semillas.
- Cuécelas al vapor durante cinco minutos contados desde el primer hervor. Si no tienes una olla con agujeros o rejilla que se pueda colocar sobre un cazo con agua, sancocha ligeramente las achogchas en muy poco líquido hasta que estén suaves.
- Prepara el arroz integral con todos los ingredientes, cuatro tazas de agua, sal, aceite y achiote; deja cocer por 45 minutos a una hora en fuego suave, en una olla de conservas o con doble fondo, sin tapa.
- Rellena las achogchas con el arroz integral una vez que estén tibias.
- Disfrútalas así o bien, coloca queso rallado y gratina al horno hasta que se derrita.
¿Qué hacer con las semillas?
Si te gustó esta receta, cultiva tus propias achogchas para que no las vuelvas a comprar nunca más.
Hazlo así:
- Lava las semillas en agua fresca sin cloro, en un colador.
- Escurre bien y deja las semillas sobre una servilleta blanca de papel para cocina.
- Cubre con otra servilleta igual y presiona ligeramente de modo que escurra toda el agua.
- Cambia una de las servilletas y dobla por la mitad el «paquete de semillas». Guárdalo en un lugar fresco y seco.
- Dentro de quince días obsérvalas, si no se han partido, si están sanas, sin moho, se encontrarán listas para sembrar.
- Siembra cada semilla en un sustrato bien abonado, en maceta grande si tienes un huerto urbano. Busca un lugar calentito con un poco de sombra.
- Riega todos los días hasta humedecer la tierra, si hace falta. Observa que no haya sequedad. La semilla brotará en diez días.
- Coloca un tutor a la planta por donde pueda ascender con las guías que empezarán a brotar y buscar camino casi inmediatamente.
Tendrás achogchas en cuatro meses si riegas bien y proteges a las plantas del viento. Crecen estupendamente bajo un árbol, en cultivos de maíz de la chacra andina, cercos vivos comestibles y huertos verticales, así como en esta maceta con tutor, que recomiendo para el balcón o terraza.