En este momento crítico por el uso de químicos en productos de uso diario, preocupa que aún la conciencia no llegue a ver que la salud de la piel es un indicativo claro de lo que nos está pasando. Una querida amiga me pidió opinión sobre cierta crema elaborada con amor, según datos de la linda caja marquetera llena de flores.
Fui directo al grano, es decir a ver los ingredientes y constaté la realidad: no hay amor en ningún lado de la industria cosmética química. Eso que pones en tu piel solo es seda plástica con la suave textura del propylen-glycol. Quiere decir que sin petróleo no se podría hacer un compuesto similar, conté más de veinte sustancias sintetizadas incluyendo cloro y úrea, que a diario le llevas al órgano más grande de tu cuerpo amiga, cuando usas este veneno.
La mala noticia es que esa crema china o coreana de baba de no se qué, es la gran estafa que te tapará lo poros tarde o temprano causando quién sabe cuantos daños por exposición al sol. ¡Ojo con el melanoma!, y ojo con las soluciones de los médicos que recetan corticoides, raspados y cirugías como solución.
La buena noticia es que puedes cuidar tu piel con una crema de cera de abejas, como si fueras una emperatriz egipcia, según datos de Galeno. Esa crema es tan suave y blanca como la nieve, con una textura deliciosa lograda por alquimia con rosas, bálsamo del Perú, aceite de almendras dulces y bórax mineral de una laguna. Se llama Angelina y la hacía mi abuela, podrías hacerla tú misma o usar la nuestra.
Mira la lista y cuéntame si esta crema para la piel «hecha con amor» por Armonía S.A es orgánica. Abre los ojos amiga, el cuerpo de la humanidad no aguanta más.