Así es, no solo las abejas se alimentan de su polen, también podemos añadir flores al desayuno con una rica mezcla de frutas del huerto. Los delicados pétalos del mastuerzo, las caléndulas, los coloridos pensamientos son deliciosos con unas gotas de miel de abeja pura. No en vano los pueblos ancestrales añadían flores en su dieta, por ejemplo en México aún hoy se preparan deliciosas quesadillas de flor de calabaza. Las flores aportan a la dieta vitaminas A-B-C-D-K, proteínas y aminoácidos. Se pueden cultivar desde semillas y luego multiplicar en el vivero, con buen abono, separando hijuelos de las plantas más grandes. Jamás se las debe comer si han sido fumigadas o crecen en ambientes contaminados.