Siempre hubo niños y bebés en la familia, esperamos que en todas las familias que así hayan decidido, las generaciones humanas crezcan sanas desde la más tierna infancia. Pero en este tiempo de incertidumbres hay enfermedades que azotan la niñez y una de ellas es la dermatitis. En forma de alergias atópicas, como erupciones de la piel, ronchas y extraños excemas, esta enfermedad se ha convertido en un problema de salud pública, sin cura aparente y casi normal.
Pero no lo es, al igual que otros males agudizados por la sociedad de consumo. Para volver a la salud hay que volver al origen, diría mi abuela Angelina, seguramente sorprendida por lo que ocurre. Hay diez consejos de la abuela vistos con los ojos de hoy, que parecen urgentes:
- Amamanta a tu bebé, siempre que sea posible, el mayor tiempo posible.
- Elimina definitivamente el microondas de tu cocina, está comprobado que solo calentar los alimentos afecta su calidad pues descompone sus cadenas químicas; es decir que no te nutren a nivel molecular (con minerales de la tabla periódica).
- No uses productos que contengan petróleo: proylen glicol, óxidos, parabenos, conservantes. Evita los talcos, el gel desinfectante, el bloqueador solar químico, los repelentes de la industria.
- No uses comidas de frasco que contengan conservantes de cualquier tipo, aunque «sean permitidos» por la industria alimentaria.
- Evita productos para lavar y limpiar que tengan desinfectantes.
Debes saber que en el mundo hay muchas más bacterias que ADN en el cuerpo humano, están en todas partes y generan la vida en cada uno de los rincones de la Tierra. Eres un ser evolucionado a partir de ellas, recuerda: no son enemigas, tan importantes son que forman tu sistema inmunológico y te protegen de los patógenos. Cuando pones cloro y productos químicos para limpiar matas a las bacterias malas y a todas las buenas.
- Alimenta al bebé con productos orgánicos exclusivamente, al menos durante los dos primeros años de vida.
- Nunca le des bebidas azucaradas ni jugos de tarro.
- Dale baños de sol durante un corto tiempo cada día, recuerda que es la única fuente confiable de vitamina D.
- Usa fibras naturales que no contengan plástico en contacto con la piel.
- Invierte tu tiempo en su salud, cultiva sus alimentos; al menos alguna hierba medicinal muy importante como la manzanilla con la que puedes curar cólicos, pequeñas heridas y erupciones de la piel, irritaciones de los ojos y salpullidos.
La manzanilla es la planta del bebé por excelencia, al igual que el geranio malva en dosis mínimas. Su cultivo es sencillo en los dos casos. A partir de plantas o de semillas, pueden formar parte del botiquín casero. Toda abuela ha tenido hierbas medicinales en su casa y te recomendaría sembrarlas en maceta junto a la ventana o en el balcón. Otras plantas saludables son: hierba buena, menta e hinojo, para problemas del estómago como calambres por alguna indigestión.