Bocashi es una palabra japonesa que significa “materia orgánica fermentada”. Este abono se descompone en un proceso aeróbico de materiales de origen animal y vegetal.
¿QUÉ ES EL BOCASHI?:
El bocashi es un súper abono, producto mucho más elaborado que el resultado de la simple suma de ingredientes. Es un abono bio-fermentado, cuyo proceso lo ejecutan bacterias aeróbicas, que requieren del oxígeno como combustible. Su elaboración puede llevar de 12 a 15 días dependiendo de la calidad de los ingredientes, así como de las condiciones ambientales en temperatura y humedad.
LO PRIMERO ES EL SUELO:
El suelo es el organismo vivo más grande del planeta Tierra. En cada/cm3 de suelo fértil habitan miles de millones de seres vivos, bocas, estómagos, sistemas digestivos, microbiota sensible del suelo, expresada en miles de especies de bacterias, hongos, virus, nematodos, protozoarios, especializados con funciones diversas que posibilitan la vida en el suelo, a las plantas y a todos los seres vivos. Esta microbiota, aproximadamente, 30 mil millones de microorganismos, en 1cm3 de suelo fértil, 5 veces la población de seres humanos del planeta, concentrada en 1cm3, debe alimentarse como premisa y condición nutricional esencial para el sostén y salud de toda las expresiones de vida en el planeta. Se suma a esta microbiota, una multi diversa macrobiota del suelo constituida por escarabajos, cuzos, lombrices, colémbolos, etc. que en conjunto realizan su función de micro remoción, micro labranzas, a fin de que todas las energías vitales que circulan en el suelo, como agua, aireación y oxigenación del suelo, micronutrientes, ácidos húmicos, fúlbicos, ematomelánicos, carboxílicos, minerales, y organismos diversos, ejecuten el concierto sinfónico de construcción de la vida en el suelo y para toda vida sobre él.
Prácticas agrícolas como, el monocultivo; esterilización, volteo y compactación de suelos; exposición de suelo descubierto a los rayos UV solares, así como, fumigaciones con venenos químicos sintéticos tipo herbicidas, plaguicidas, etc., matan e inhabilitan el universo micro y macro biológico del suelo, actor protagónico, insustituible, en los procesos de descomposición y transformación, tanto de materia orgánica seca (hojas, ramas, troncos, etc.) que descienden al suelo, cuanto de toda la carga de minerales en bruto y de su conversión a micronutrientes para el mundo vegetal y la vida toda. Allí radica el maravilloso milagro de la vida, el tránsito, la metamorfosis del mundo inorgánico, “inerte”, de una roca mineral y hojarasca, a formas orgánicas, a expresiones diversas de vida. La vida es resultante de la acción simbiótica de la biología sobre la geología.
Desequilibrios nutricionales del suelo se traducen en enfermedades, tanto como, debilitamientos y fragilidad de las plantas ante ataques de plagas e insectos. Por otro lado, cuando extraemos de ellas sus frutos, extraemos nutrientes minerales y vitamínicos, que con el tiempo, el suelo no los restituye con la celeridad que exigen nuestras necesidades e intereses de extracción, con lo cual los suelos se deterioran y degradan en su condición nutricional. Un suelo desnutrido transfiere tal condición a las plantas, a sus frutos y por ende a toda la cadena trófica de consumidores, incluido el ser humano, lo que deriva en patologías graves con origen en la desnutrición y desmineralización.
La agricultura orgánica propone una amplia variedad de alternativas y soluciones en el inmediato, mediato y largo plazo frente a todos estas alteraciones eco sistémicas. Lo primero de lo primero, sembrar suelo, proveyéndole un constante mantenimiento nutricional; rehabilitar y regenerar suelos, como condición para un vigoroso desarrollo vegetativo biodiverso. Una relevante y primordial propuesta en este orden, es la producción del abono biofermentado tipo bocachi.
¿QUÉ ES EL BOCACHI?:
El bocachi es un super abono, producto no de la simple suma de ingredientes. Es un abono biofermentado, que brota de procesos similares a como lo hace la elaboración y labranza de un pan, de un queso, de un yogurt, o de un vino. Su proceso de elaboración es ejecutado por microorganismos fermentadores aeróbicos, que requieren del oxígeno como combustible. Su elaboración puede llevar de 12 a 15 días, dependiendo de la calidad de los ingredientes, así como de las condiciones ambientales en temperatura y humedad. El bocachi es un complemento nutricional de primer orden, que intenta reproducir las condiciones y procesos, de cómo el bosque no intervenido, opera al interior del suelo para generar gran vitalidad, exuberancia de vida y biodiversidad vegetal y faunística altamente saludables.
DOBLE FUNCIÓN DEL BOCACHI:
El suelo es un organismo vivo al que se debe reponer nutrientes extraídos de sus frutos, de lo contrario, atestiguaremos, en próximas cosechas, la merma, tanto en volúmenes, como en la calidad y salud de los mismos. El bocachi es un extraordinario complemento nutricional para el suelo, lo restituye de desgastes minerales, reactiva sus funciones y lo regenera, al mismo tiempo, que estimula fertilidad y provee condiciones nutricionales a las plantas. La doble función del bocachi consiste en nutrir el suelo, al tiempo que, fertilizar las plantas.
Existen muchas formulaciones para la elaboración del bocachi, dependiendo del lugar, zona o país donde se lo realice.
(*) ingredientes enriquecedores del bocachi, no imprescindibles
FUNCIONES y APORTES de los INGREDIENTES al BOCACHI:
Tierra fértil: Estructura y homogeniza física y químicamente el abono; aporta materia orgánica; aporta minerales; aporta actividad microbiológica; aporta humus, ácidos húmicos, ácidos fúlvicos, ácidos hematomelánicos, ácidos carboxílicos, producidos por los microorganismos en su acción simbiótica ecosistémica, con la materia orgánica, los minerales, el agua y diversas formas de energía en circulación, como energías térmica, calórica, humedad, aireación, etc., necesarios para el adecuado proceso de fermentación del bocachi. Como una esponja, la tierra, retiene, filtra y libera gradualmente nutrientes para las plantas desde éste tipo de abono. Ésta, debe provenir preferentemente del lugar más cercano, por la memoria inmediata que porta del mismo, acelerando y facilitando los respectivos procesos en generación de vida. La mejor tierra sería la arcillosa, por su mayor capacidad de intercambio catiónico, capacidad para fijar e intercambiar elementos. Sin embargo, no es indispensable, se trabaja con la tierra que se tiene a mano. La tierra es eficiente en almacenar y aglutinar adecuadamente los otros elementos que integran en abono.
Cascarilla de arroz: incorpora la cuota necesaria de carbono al proceso fermentativo del bocachi. Mejora la estructura física de la tierra y de los abonos;aporta minerales y vitaminas potenciando la actividad microbiológica, en la fermentación, así como a la micro y macro biota del suelo cuando se lo ha aplicado, tiene algo de complejo B por presencia de trazas del pulido del arroz, incorpora vitaminas; permiten buena aireación y oxigenación a su fermentación; es fuente rica en silicio, esencial en la estructura y desarrollo de los sistemas de defensa de las plantas, además, el silicio tiene la capacidad de absorver y atrapar el amoníaco, si se produjera en la elaboración del bocachi; en su posterior degradación es fuente de humus; conserva la humedad en el suelo; la cascarilla calcinada, aporta silicio, fósforo, potasio; ayuda a corregir la acidez en los suelos; sirve para preparar fosfitos con harina de huesos. Como cobertura del suelo lo protege del sol, viento e impacto de las gotas de lluvia y lavado de nutrientes por escorrentías y erosión, trabajando como un techo semi impermeable que reduce la pérdida de agua por evaporación hacia el exterior, en él se condensa el vapor generando microlluvias. Reduce la necesidad de agua y riego hasta en un 40% respecto de un suelo descubierto. Aligera suelos arcillosos. Su uso como cobertura frena el desarrollo de plantas y hierbas no deseables, ya que, impide la incidencia directa de los rayos solares y por ende la realización de la fotosíntesis. Por su aplicación, ayuda a la descompactación y aireación del suelo y es esencial para el flujo armónico de energías que circulan en el proceso fermentativo del bocachi. Como un colchón vegetal de abrigo, mantiene en él un régimen térmico estable, impidiendo la rápida disipación del calor, como sí sucede en suelos descubiertos, sobretodo en noches frías o en condiciones de cambios bruscos de temperatura, que inhiben el desarrollo vegetativo en las plantas.
La cascarilla puede substituirse por cualquier tipo de rastrojo de cosechas, tamo u hojas secas, que serán trituradas lo más pequeño posible, no más de 2 cm. de largo.
Estiércol: Principal fuente de nitrógeno en el abono para desarrollar y multiplicar la microbiología presente en el bocachi; mejora las condiciones biológicas, químicas, físicas, nutricionales y vitales del suelo, así como las de fertilidad de las plantas aportando una gama amplia de micronutrientes minerales como fósforo, potasio, calcio, magnesio, hierro, manganeso, zinc, cobre, boro, entre otros. Es fuente proteica, para el proceso de fermentación del bocachi. Incorpora inóculos de grupos microbiológicos funcionales de levaduras, hongos, protozoarios, actinomicetos y bacterias, que se multiplicarán viabilizando la fermentación en el abono.
Puede ser cualquier tipo de estiércol, de vaca, caballo, aves, gallinas, conejos, cuyes, etc. Siempre deberá estar seco.
Salvado de arroz: Es gran estimulador en la acción enzimática fermentativa del abono gracias a sus complejos vitamínicos y minerales, como las vitaminas del complejo B: B1 (cofactor en el metabolismo energético), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina), B9 (ácido fólico); es un gran aporte de vitaminas E y K; aporta nitrógeno y micronutrientes minerales a la nutrición del suelo y plantas, como hierro, fósforo, potasio, zinc, magnesio, calcio, cobre, sodio, selenio y elementos traza. Contiene carbohidratos, fibras, proteína y grasa vegetal. Tiene un 11% de proteínas, tiene carbohidratos que se combinan con vitaminas y minerales en la fermentación, generando un medio de cultivo que permite la multiplicación biodiversa microbiológica, fuente nutritiva de los microorganismos.
El salvado de arroz es el ideal, por su contenido nutricional, mineral y vitamínico mayor que en otros tipos de salvado. Proviene del blanqueo y pulido de los cereales integrales, reducidos simplemente a granos de almidón. Puede encontrarse su sustituto en cualquier otro cereal a mano. Puede encontrarse en lugares de expendio de alimentos para animales con el nombre de afrecho o afrechillo.
Levadura de pan granulada o en barra: Es la principal fuente de inoculación microbiológica para la preparación del abono. La levadura de panadero, que en realidad son hongos, son cepas de la especie de Saccharomyces cerevisiae, que viene de la caña de azucar, de gramíneas. Con la activación de las levaduras, arranca el encendido del motor de fermentación del bocachi. Las levaduras producen enzimas capaces de descomponer diversos sustratos, principalmente los azúcares, su alimento esencial. Su activación produce una especie de incendio expansivo microbiológico fermentativo, cuyo proceso incluye elevación de temperaturas que pueden rebasar los 60º. Tales temperaturas, paulatinamente se van apagando hasta terminar el proceso fermentativo, transformándose ésta microbiología, en una fuente de nitrógeno proteico para las plantas. En el acápite de PREPARACIÓN DEL BOCACHI, se detalla el procedimiento para el control de la temperatura y su correcta elaboración.
La equivalencia entre levadura granulada y la prensada es 1 a 3, si es 1gr. de granulada, su equivalencia prensada es 3gr.; dato para fines de aplicación al bocachi.
Melaza: es un residuo en la elaboración de la panela a partir del jugo de caña de azucar evaporado en el que se concentran sus azúcares con la consistencia de un jarabe. Esfuente de energía para la actividad microbiológica en la fermentación proveniente de sus azúcares. Aporta energía libre para el trabajo de la microbiología, los microorganismos son adictos a los azúcares, es su alimento energético, por lo que son considerados los principales diabéticos de la naturaleza; la melaza es medio de cultivo que favorece la multiplicación microbiológica; es rica en potasio, calcio, fósforo y magnesio, contiene micronutrientes, como boro, zinc, manganeso, hierro y cobre, así como gran parte del grupo vitamínico del complejo B. Contiene gran cantidad de hidratos de carbono que ayudan a aumentar los niveles energéticos al sustrato u organismo receptor. Es una fuente e inóculo de levaduras enorme. Es un gran aporte de potasio ya que la caña de azucar arrastra mucho potasio. Los microorganismos como los hongos, no tiene capacidad de acumulación de energía, viven como se dice, “del día a día”, por ello donde haya presencia de energía, azucares, se activan de inmediato, se proliferan exitosa y rápidamente, ejecutan sus funciones de descomposición y formación de micronutrientes, eficientemente.
Se la obtiene en lugares de expendio de alientos para animales. Puede reemplazarse con panela (herbir en agua hasta alcanzar la consistencia de la miel de abeja o de un jarabe oscuro); o azucar negra (cuadruplicar su contenido para formar el jarabe)
El carbón: Retiene nutrientes; retiene humedad; mejora la aireación del suelo; mejora la estructura del suelo al permitir la fluida penetración de raíces de las plantas; reconstruye suelos; es una fuente de humus al descomponerse. 1 cm3 de carbón esparcido, retiene de 9 a 30 millones de microorganismos, es el hotel 5 estrellas para la colonización de la microbiología en el suelo; es excelente regulador térmico, logrando elevar la temperatura del suelo hasta 4º, entre el día y la noche, permitiendo contrarrestar impactos térmicos, cuyos efectos paralizan el crecimiento vegetativo en plantas. Por el hecho, de elevar la temperatura del suelo, puede contrarrestar la acción de las heladas en zonas frías, de tal manera que la planta puede llegar a usar menos energía para subir nutrientes, minerales, agua, del suelo por sus raíces y xilema hacia tallos, ramas, hojas, flores, frutos y destinar mayor energía a su desarrollo y crecimiento.
El carbón debe ser reducido a polvo con un pisón, aspergeando agua sobre él, a fin de no aspirar su polvo.
Agua: como aglutinante y solvente universal aporta una cantidad ligera de humedad al bocachi, homogenizando la mezcla de todos sus ingredientes. El proceso de fermentación y elaboración del bocachi, concluye quedando éste prácticamente seco, por la poca cantidad de agua que lleva. El agua, ofrece un medio propicio para la activación de la microbiología y para la fermentación. Aporta muchos minerales y energía vital según su calidad y procedencia. Es esencial en el proceso de solubilización de los minerales y su puesta disponible, como nutrientes, para las plantas
El agua, si es potable, dejar reposar por dos días, o usar desclorificador.
Harina de huesos calcinada y cernida: Contiene toda la memoria de minerales que recibió en vida el animal, ejemplo una res. Es un gran aporte de minerales al bocachi y al suelo y por ende a la planta. La planta, como todo ser vivo, es un compendio de minerales animados, requiere de micro nutrientes minerales y vitamínicos esenciales para el desarrollo de sus procesos vegetativos.
Los huesos se consiguen en una tercena o en un camal. Deben ser incinerados hasta llegar a la condición de ceniza blanca, triturarlos a polvo en molino.
Harina de rocas: Uno de los fundamentos de la vida en el planeta son los minerales. Los seres vivos mantenemos relación directa de dependencia con los minerales. Su ausencia o presencia marca la diferencia entre salud y enfermedad en los mismos. La acción simbiótica, ecosistémica de los microorganismos sobre los minerales los ponen a éstos disponibles para las plantas y a través de ellas, disponibles, a los seres vivos. A éste proceso se lo denomina quelatización mineral. Los minerales se hallan de manera natural en el suelo, en las piedras, en las rocas. Cada piedra o roca, porta una variada carga mineral expresada en colores, estratos, composiciones. En las blancas calcáreas predomina el calcio; en las rojas y ocres predomina el hierro, en las azules el magnesio, etc. Existen rocas metamórficas de diversos colores y estratos que dan cuenta de su diversa composición mineral. Hay rocas que se desmoronan y desmenuzan fácilmente producto de su evolución geológica tendiente a la formación de suelo.
La harina o polvo de rocas se puede conseguir machacando rocas con un combo hasta hacerlas polvo, o en canteras de materiales pétreos. Lo ideal es conseguir de varias canteras por su diversidad. La harina de rocas se puede sustituir por ceniza.
Microorganismos del bosque: Permiten repotenciar la acción de abonos y suelos con una carga de microbiología adicional. Esta microbiología nativa la recogemos de un bosque, lo más cercano, lo menos intervenido y con la más alta diversidad. Esta conformado por el manto carbonífero de materia orgánica, no la superficial, de hojas, ramas, troncos, depositados por los árboles y foresta, en el suelo, que se halla en plena actividad de descomposición bajo la acción de la microbiología del lugar. Debe escogerse un manto bien inoculado, con buena carga de humedad, sin tierra, ni hojas verdes, ni material recientemente expulsado por los árboles. Lo identificamos por la inoculación de microbiología adherida a la materia orgánica, que a manera de un micelio de hongos, adquiere una tonalidad blanquesina. De ello va a depender la calidad del proceso de reproducción de microorganismos del bosque.
* Cosecha y reproducción de Microorganismos Nativos del Bosque: Existen varias experiencias, formulaciones y procedimientos para su elaboración; el que a continuación describimos se ejecuta en un ambiente anaeróbico, libre de la presencia de microorganismos aerobios. Para su preparación recogemos 1 kilo del mantillo de bosque, bien inoculado y en plena descomposición. Añadimos 2 kilos de salvado (llamado comúnmente afrechillo), preferiblemente de arroz, que no es sino, el polvo-afrecho que se extrae del proceso de pulido del arroz integral, al cual lo blanquean quedando expuesto únicamente su almidón), por sus aportes nutricionales y vitamínicos, o, de otro cereal como trigo, cebada, etc. Incluimos ½ libra de harina de rocas y 1 libra de carbón en polvo, (no de ceniza, que no son iguales, tienen características y funciones diferentes, procediendo de rutas distintas de elaboración), más 1,6 lt. de melaza y un mínimo de agua para liquidificar la melaza. Primero, mezclamos bien todos los sólidos en un piso no absorbente, ideal sobre una lona. A parte disolvemos la melaza en poca cantidad de agua. Aventamos homogéneamente la melaza licuada sobre los sólidos y amasamos removiendo hasta lograr una perfecta homogenización entre secos y húmedos. Se restriega la mezcla contra el piso de lona, sin dejar grumos, hasta que quede suelta. Se efectúa la prueba de “punto de puño”; apretándolo no debe exudar agua, debe guardar la forma del puño y desmoronarse con facilidad. Luego de ésta mezcla homogénea de ingredientes, se procede a colocar el material en un envase con cierre hermético, apisonándolo por capas sucesivas, en el intento de extraer, de él, la mayor cantidad de oxígeno, pues el proceso fermentativo se opera por vía anaeróbica. Introducida la mezcla en el recipiente, se lo llena compactado, dejando libres unos 5cm. en un tacho de 20lt., hasta 10 en uno de 100 lt., del borde superior, dependiendo del volumen y la capacidad del recipiente que estemos preparando. Luego lo cerramos herméticamente, se lo puede colocar un sello impermeable con una capa de melaza puesta tanto al borde del envase, cuanto en la parte inferior de la tapa que hace contacto con el borde del envase. Dejar en envase a la sombra reposar por 30 días en un proceso de fermentación anaeróbico. El producto final, bien elaborado, debe tener una fragancia y aroma frutal. Sus propiedades se relacionan con el fortalecimiento del sistema inmunológico de todas las especies vivas. Por ello, puede formar parte de la dieta alimentaria de animales menores y mayores. La regla para administrarlo en animales establece observar el peso del animal en kilos, dividido para dos y ello expresado en gramos. Si un animal pesa 20 kilos, dividido para dos, igual 10, expresado en gramos = 10gramos. Su función benéfica revitaliza y fortalece el sistema digestivo e inmunológico tanto del suelo como de los animales, a manera de un pre y pro biótico.
Finalizado el proceso de reproducción de microorganismos, a los 30 días, podemos proceder a integrar y mezclarlo al bocachi ya elaborado, en las proporciones indicadas en la formulación anterior, repotenciando los beneficios nutricionales y de fertilización del bocachi.
Harina de Silicio: El silicio es el segundo elemento más abundante en el planeta. Está presente en rocas, piedras, arenas, vidrio, cristales. Forma la parte estructural de huesos de los vertebrados y por supuesto juega un rol estructural en el tejido tegumentario del mundo vegetativo. Está presente en todas las fibras vegetales, por ejemplo en la caña guadua, carrizo, cañas en general, así como en las espigas y coberturas (cascarillas) de los cereales como trigo, avena, cebada, arroz, etc., lo que les adjudica cualidades especiales sismo resistentes aprovechables en bioconstrucción junto al barro. La harina de silicio se puede extraer de manera fácil, preferiblemente de la cascarilla de arroz incinerándola hasta extraer de ella el alma de silicio, en cenizas calcinadas prácticamente puras, con el 95% de silicio.
PREPARACIÓN DEL BOCACHI:
a) Preparando la fase líquida: mezclar en un tacho el agua, la melaza y la levadura, ésta, puede activarse previamente en un poco de agua tibia (32º) con algo de melaza (azúcar), como se activa la levadura en la preparación de l pan. La levadura activada se mezcla con el restante de líquidos
b) Colocar los ingredientes secos en varias capas. Cada capa de unos 20cm., contiene, proporcionalmente, todos los ingredientes, secos y húmedos, hasta formar una pirámide, que no debe exceder de 1,20 metros de alto, a fin de evitar que la presión y compactación, ejercida por alturas mayores entorpezca el proceso aeróbico fermentativo (libre fluyo y circulación de aire). Iniciamos colocando el rastrojo como base de soporte de la pirámide. Sobre la cantidad proporcional de ingredientes secos, de cada capa, se vierte, aventando con la mano, una parte proporcional del líquido preparado. Así procedemos sucesivamente hasta formar varias capas de la pirámide. Este procedimiento por capas facilita realizar una buena mezcla e ideal homogenización de todos sus ingredientes, sobre todo si preparamos grandes volúmenes de bocachi
c) Procedemos a la mezcla. Con una pala trasladamos por volteo el abono a no más de 1,5 metros de distancia. Concluido, procedemos a un segundo volteo, regresando el abono al lugar de origen, mismo que debe estar protegido por un techo, tanto de la lluvia, del sol y el viento. El proceso es aeróbico, no debe cubrirse el abono, así como debe tener suficiente ventilación.
d) Los volteos deben ser, 2 en los tres primeros días, uno a primeras horas de la mañana y el otro terminando la tarde. Los restantes días un volteo diario.
La función de los volteos:
1. Regular la temperatura de fermentación a no más de 50, 55 grados centígrados, ya que ésta puede llegar a 70, 80 grados. En esta temperatura extrema, no actuarían las bacterias aeróbicas mesófilas, que son las que nos interesan generen el proceso fermentativo, ya que éstas se activan y trabajan entre los 15 a 45 grados. Se activarían bacterias termófilas que trabajan a altas temperaturas, llevando el abono por otras rutas; 2. Retirar excesos de humedad; 3. Airear y oxigenar, recordando que es un proceso aeróbico; 4. Finalmente homogenizar la mezcla.
e) El bocachi bien elaborado, no debe tener enjambre de moscas; no debe, en los volteos, despedir olor a amoníaco ni malos olores, pues los dos, son signos de exceso de humedad y de que el abono ha tomado ruta hacia la pudrición. El abono termina prácticamente seco. No debe añadirse una gota más de agua luego de su preparación. Para verificar esto, realizamos la prueba del puño, tomamos un poco de abono en la mano, apretamos, no debe destilar agua, debe formarse un terrón que con un pequeño golpe en el canto de la mano, éste debe desmoronarse fácilmente. La mano queda con la sensación ligera de humedad. Excesos de humedad se puede corregir, en su preparación y volteos, añadiendo materiales secos a la mezcla.
USO y COLOCACIÓN DEL BOCACHI
El bocachi, de inmediato, concluido su proceso de fermentación, a los 8, 12, 15 días, dependiendo de la condición del suelo al que se requiere aplicar, de las condiciones de temperatura, humedad y aireación, puede ser aplicado. Sin embargo, es necesario tener presente que, dependiendo de la acción que se va a desarrollar, éste está en la condición de un abono tierno, es decir con una reciente memoria y condiciones del proceso de transformación fermentativa fresca (presencia de energías térmicas y ácidas, relativamente vivas), condición que podría afectar las raíces de nuestros cultivos, quemándolas, al entrar, éstas, en contacto directo con él. Para obtener un bocachi maduro lo dejamos reposar 1, 2 o 3 meses ensacado. Si usamos bocachi tierno, éste no debe estar en contacto directo con las raíces. Detallamos el procedimiento a continuación.
- En bandejas para germinación, en viveros e invernaderos, o al aire libre usar siempre, para hortalizas de hoja, bocachi maduro o curtido, un 20% mezclado con 80% de tierra cernida (o, 1 porción de bocachi x 4 de tierra). Para hortalizas de cabeza y frutales (40% bocachi maduro x 60% tierra cernida), ésta mezcla en especial para embolsado de plantines frutales en viveros. En los dos tipo de aplicaciones se puede incluir una porción de carbón pulverizado cernido.
- En viveros en germinación, se puede aplicar biofertilizantes, fosfitos, caldos minerales, harina de rocas, harina de huesos, cáscara pulverizada de huevos, etc.
- Se puede elaborar empanizados de semillas y minerales, para germinación, disolviendo melaza en poca agua o en gel de la hoja de sábila, como pegantes. A esta mezcla de semillas se espolvorea harina de rocas con un colador, y/o harina de huesos, y/o silicio, etc. Esto tanto para directa germinación, o al estilo de las bombas Fukuoka, colocando con las semillas empanizadas un poco de bocachi maduro, más la cobertura de barro-tierra.
- En trasplantes (luego de 18 a 20 días de germinación), colocar bocachi puro. Si es tierno, en el fondo del hoyo (a15 cm.), colocar la cantidad sugerida por cada planta, luego ponemos una capa de tierra fértil de 5cm, separando el bocachi tierno de las raíces de la plántula. Finalmente colocamos el plantín germinado rellenándolo con tierra. Así evitamos quemar o afectar sus raíces, lo que impediría o limitaría su desarrollo posterior.
- Uso del bocachi para segunda abonada, a los 10, 12 o 15 días del trasplante); una tercera abonada al mes en hortalizas. Una 4ª, 5ª, o 6ª abonadas realizar bajo seguimiento y a “ojo de buen cubero”. El bocachi depositarlo, sin remover el suelo, junto a la planta, a 10, 15cm., levantando la cobertura superficial, colocar bocachi y cubrirlo con tierra y rastrojo. Este procedimiento estimula el rápido crecimiento radicular lateral de la planata
CANTIDADES DE BOCACHI POR TIPO DE HORTALIZAS
- Para hortalizas de hojas: 50 a 80 gramos por plántula
- Para hortalizas de tubérculos y de cabeza: 100 a 150
- Para tomate, pimiento: 200 gr.
- Abonado directo con bocachi puro en surcos para cultivos de siembra directa, sin germinación, ni trasplante previo, junto a la planta y cubierto con tierra y rastrojo: ½ a 1 lb. por c/m2 de siembra (para zanahoria, culantro, habas, frejol, maíz, granos, etc.)
- Las reabonadas a campo abierto, puede se aplicado en surcos laterales a lo largo de la cama de siembra. Se debe cubrir con rastrojo seco mezclado con tierra, para protegerlo de escorrentías y acciones de temporales como lluvia, viento y sol directo, a fin de que no sea removido, especialmente en suelos con pendientes.
- Se pueden hacer reabonadas, a 10 cm. de la planta, mediante incisiones con un punzón terminado en punta de acero y elaborado en la forma tipo “T” (la “T”, marcará el límite de profundidad de la incisión de 15 cm., con un diámetro de ancho del punzón de 3 cm. En ese orificio, con una cuchareta o a mano limpia, se introduce el bocachi hasta el ras de suelo, luego se cubre con tierra y rastrojo. En extensiones grandes de siembra, una persona adelante abre el orificio, atrás va otra, colocando el bocachi y tapando. Concluimos todas las reabonadas con riego indirecto.
- Trasplante de arboles en general y frutales: Procedimiento: a) tener bocachi listo como ingrediente mínimo. Se puede adicionar, harina de rocas de basalto, harina de roca fosfórica, carbón bioactivado y microorganismos sólidos. Son 5 ingredientes para hacer un buen hoyo para tener un buen árbol a futuro. Puede también ser bocachi, carbón y ceniza; b) abrir horamen de entre 60x60x60 u 80 x 80 y 80 de profundidad. Trasladar los primeros 40 de tierra extraída, que es la tierra más negra y fértil, a un lado; los siguientes 40 más profundos al otro lado. Los primeros 40 de tierra mezclar con bocachi (de 10 a 15 kilos), con carbón, unos 2k, más un puñado de harina de rocas, se puede también incluir un buen puñado de microorganismos. Colocar todo al fondo del hoyo, dejándolo reposar, oxidar, ambientar por 20 a 30 días. Luego de éste reposo de ambientación, se coloca el árbol a trasplantar sobre la tierra reposada y se rellena con la segunda tierra, la que inicialmente estuvo más abajo. Se ha invertido la colocación de los dos grupos de tierra, ello va acelerar los procesos de desarrollo vegetativo del árbol, conservando una poderosa reserva de nutrientes al fondo, presencia de un superalimento, en esta primera y delicada fase, garantizando un desarrollo robusto de nuestro árbol para el mediano y largo plazo. Finalmente colocamos unos 40 o 50 litros de agua y procedemos a colocar la cubierta de rastrojo sobre la corona del árbol. La tierra restante la conservamos para realizar un nuevo bocachi.
- Reaboñadas en árboles y frutales: Levantamos la cobertura protectora de mulch (materia orgánica) de la corona del árbol y colocamos 10 kilos de abono bocachi en su rededor sin voltear ni remover el suelo. Volvemos a colocar la cobertura de mulch y regamos. Abrimos la boca, introducimos el alimento, cerramos la boca para empezar la masticación y digestión, es el principio.
ALMACENAJE: El bocachi puede almacenarse no más de 6 meses, pues como es un producto orgánico y vivo, va a llegar con el tiempo a cambiar las propiedades de ser un abono pro nutrición y fertilización, a un abono en el que, ha mermando su actividad biológica, pasando a convertirse en tierra. Se debe preparar lo que se va a usar. Su uso inicia a partir de los 15 días de preparación, con las salvedades expuestas. Si va a maduración, su uso óptimo es a los 2 o 3 meses de añejamiento, para ello se puede ensacarlo y guardarlo en una espacio fresco, seco, cubierto del sol y lluvias.