Uno de las mayores alegrías en la huerta es consumir lo que hemos sembrado con nuestras manos y todo el amor; el mayor de los temores es no saber cómo mantener la vitalidad y salud de las plantas, hasta llegar a ese dorado momento.
«Póngale nomás Ranger y matará las malas hierbas», «aplique Karate un mesecito y verá, se morirán todos los gusanos, las mariposas blancas, las cochinillas», y las… plantas.
Para no salir corriendo a buscar una solución química de laboratorio para las plagas o las enfermedades de nuestro querido huerto, es importante recordar algunas cosas:
Las plagas atacan a las plantas débiles de los monocultivos, o mal acompañadas o mal situadas. En el primer caso, vale la pena tomar en consideración que lo que atrae a muchos insectos, como por ejemplo a la langosta, es el aroma dlicioso de mil plantas de cebada brillando en la ladera. En el segundo caso, mantener a dos de ellas compitiendo entre sí por el mismo espacio y alimento no es buena idea. Finalmente, pensemos que nuestras amigas y benefactoras prosperan en buenas condiciones de clima, humedad y sol. Muchas veces una plaga se elimina cambiando la planta de lugar o colocando una compañera a su lado; por ejemplo, al sembrar tabaco en el borde del huerto para eliminar la mosca blanca.
Sin embargo, gracias al movimiento de la savia en cuarto creciente, que responde al ascenso de la Luna en el cielo, los insectos buscan alimentarse de las vitaminas y minerales que abundan. En cuarto menguante, por el contrario, los hongos «hacen su agosto» gracias a las condiciones de humedad que pomueve esta fase lunar.
En todos estos casos podemos ayudar al cultivo y posiblemente salvarlo de una muerte segura en manos de ávidos depredadores.
Con muy poco dinero y recursos que conseguimos en casa, podemos actuar rápidamente para llegar a una cosecha exitosa en el menor tiempo posible. La agricultura orgánica nos da esa opción al incluir en el menú de trabajo diario minerales como potasio, calcio, nitrógeno, fósforo, silicio, úrea y otros indispensables para mantener la salud del huerto.
- CENIZA, AGUA Y CAL: Agua de vidrio, receta de Ignacio Simón, microbiólogo, México. Ferlilizante, insecticida, fungicida
Esta receta aporta silicio y calcio a las plantas, la cal le da adherencia a la mezcla de modo que puede mantenerse sobre los tallos y hojas incluso después de la lluvia. Su aplicación en una emergencia, una vez por semana por el ataque de gusanos, los deseca y elimina en cuatro aplicaciones. A la vez de ser un fungicida es un excelente fertilizante y da una mejor estructura a cualquier cultivo.
La cantidad a emplear depende siempre del tamaño de la planta. Aplicar hasta humedecer con un rociador fino una vez por semana, puede ser suficiente en un pequeño huerto.
Ingredientes:
- Cinco gramos de cal
- Cingo gramos de ceniza de fogón
- Un litro de agua
Procedimiento:
- Mezclar, cernir y diluir en veinte litros de agua.
- Aplicar con una bomba o mediante un rociador fino.
- ORINA HUMANA Y CENIZA: Úrea orgánica La orina humana es una fuente de minerales y su uso en el huerto es milenario. La úrea se aplica cuando las hojas de las plantas o árboles se enrrollan, en caso de manchas en los frutos y cuando estos se caen antes de madurar.
Ingredientes:
- Medio litro de orina humana
- Media taza de ceniza
- Veinte litros de agua
Procedimiento:
- Recoger la primera orina de la mañana en un contenedor de vidrio.
- Añadir la ceniza.
- Dejar reposar cinco días.
- Diluir en veinte litros de agua.
- Se aplica directamente al suelo, un litro por planta grande en el huerto, Dos a tres litros en árboles frutales
- BICARBONATO DE SODIO Y AGUA: Fungicida que elimina manchas, mildiu, tizón y hongos del tomate
El bicarbonato de sodio tiene un poder bactericida y antifúngico importante. Controla el moho y la mayoría de hongos del tomate.
Ingredientes:
- 10ml de bicarbonato (una cucharita).
- 1000ml (un litro) de agua.
Procedimiento
Aplicar una vez cada semana hasta que desparezca el problema y repetir solo cuando sea necesario. En plantas pequeñas, colocar proporcionalmente a su tamaño.
- CASCARAS DE HUEVO Y CÁSCARAS DE PLÁTANO TRITURADAS: Fertilizante orgánico de potasio y calcio, con trazas minerales
Ingredientes:
- Cáscaras de huevo
- Cáscaras de plátano
Procedimiento:
Secar las cáscaras de huevo y de plátano al sol un mínimo de quince días o hasta que se puedan pulverizar.
Aplicar en polvo, directamente al suelo.
En combinación, este polvo es un excelente fertilizante de tomateras, brócoli, coles, fresas y plantas que necesiten un buen aporte de minerales.
- JABÓN AZUL EN BARRA Y AGUA: Insecticida de amplio espectro
El azufre contenido en el jabón azul de lavar ropa es el ingrediente principal de esta receta, de modo que no conviene cambiarlo por otro tipo. Combate con mucho éxito la mariposa blanca, el pulgón, la cochinilla en los cítricos y otras plantas.
Ingredientes:
- Un cuatro de barra de jabóin azul.
- Cinco litros de agua.
Procedimiento:
- Diluir bien y realizar una aplicacion foliar sin sol.
* Es importante que nunca se coloquen productos a pleno sol pues los estomas de las plantas estan cerrados para proteger las hojas de la deshidratación. La industria química emplea adherentes y nitrógeno que obliga a las plantas a abrirse para recibir los venenos, pero estas recetas son totalmente biológicas y orgánicas, de modo que es mejor empléalas al amanecer o por la tarde.