Shungo Tola es una finca melífera, es decir que la mayoría de sus plantas producen flores que gustan a las abejas, el logotipo de la finca es una abeja, pues nos orientamos a salvar esta especie en peligro de extinción, que desaparece a pasos agigantados en toda la Tierra gracias a la acción de los fungidas sistémicos, que entran en las raices, flores y frutos matando todo tipo de insectos polinizadores, especialmente abejas.
Somos optimistas, queremos preparar el nuevo modelo humano que viene, con abejas en lugar de herbicidas de Monsanto – Bayer, con agricultura orgánica y nada de Round-Up. Así pues, desde que nos volcamos a vivir este sueño en el que volamos con los pies en la Tierra, encargamos doce panales en casa de la vecina, al cuidado de nuestro amigo Jorge Alcoacer, campesino de la zona experto apicultor tradicional. En el último año y medio producimos miel de abeja de montaña de excelente calidad, tan rica y pura que sirve para curar heridas, desinfectar y sanar rápidamente de problemas respiratorios.
Pero recién en semana santa de 2017 pasamos las primeras siete colmenas a la quebrada reforestada, llena de las flores que las abejas adoran: casha uvilla, uña de gato, trébol, arrayán, frijol de monte, pacunga, alfalfa, y gran cantidad de semillas de lechuga, rúcula, mostaza, nabos…
Nuestro plan siguió con la eliminación de la cera estampada, tenemos la intención de que las abejas hagan su trabajo como más les guste, dándoles más tiempo si fuera necesario para que se sientan libres y no ceñidas al molde que ponemos los humanos en el afán de producción.
Maravillados vimos que en dos semanas hicieron cera y miel de casi un cuadro completo por colmena.
Una recomendación importante: si quieres poner abejas en tu lugar, debes garantizarles pleno sol en todas las horas del día, sin sombras de árboles, se ponen irritables cuando trabajan a la sombra y no se recomienda visitarlas por la tarde o al amanecer. Necesitan luz solar para hacer su magia, ya que no hay otra forma de catalogar el trabajo permanente y sin descanso para procurar cera y miel.
Las abejas de la finca, desde su llegada a casa de la vecina en mayo de 2015 nunca se han enfermado o sufrido algún percance. Necesitan fuentes de agua cerca, en nuestro caso viven junto a la quebrada y un tanque de peces y necesitan la mayor variedad de flores silvestres que sea posible.
Al final de su ciclo de vida y garantizando más de siete generaciones de abejas, recogemos la cera y la miel. Ellas pueden volver a empezar, y nosotros también.
En la Casa Abierta de Permacultura mostramos a las abejas, identificamos a la reina, estuvimos prácticamente junto a las colmenas con peligro, a pleno sol y con don Jorge aclarando todas las dudas: hay una sola reina, la vimos, enorme, del tamaño de una avispa gigante, que pone huesecillos en las celdas preparadas por las abejas. Si muere la reina, todas se irán, dejarán de trabajar, si la reina no se siente cómoda y el lugar no tiene lo que necesita la colmena ella se irá a buscar un mejor destino, luego de que sus exploradores le indiquen dónde. Gracias al trabajo de este año, la quebrada les ha gustado y aceptaron la invitación a quedarse.
El próximo objetivo es cambiar a las abejas a panales mucho más grandes, en los que puedan disfrutar de espacio como el que podrían disponer en el tronco de un árbol, guardando proporciones áureas, como propone la permapicultura.
En la finca solamente cosechamos cera y miel, no propóleos ni jalea, que las abejas necesitan para garantizar la salud de las colmenas.
La cera está en las cremas y pomadas orgánicas de Aromaterapia Mágica. Para conocer el catálogo mira este link: Cremas y pomadas de cera virgen de abejas
La miel de abejas de la montaña de Chachimbiro se ofrece por internet cada vez que tenemos existencia y desaparece en una semana.
Esta medicina que disfrutamos actualmente puede terminarse ya que hay cada vez menos abejas que sobreviven a los campos fumigados, desaparece lamentablemente al mezclarse con glucosa, al manipularse con calor, se degenera al tratarse con químicos. La pasteurización mata la calidad antibiótica de la miel, darles a estas magas caña de azúcar directamente en el panal no es ético, va contra los principios que nos animan… y el prejuicio se nota en la miel.
Sabemos que nuestro método supone que no dispongamos de miel en gran cantidad y que recojamos la medicina de estas magas del aire solo dos veces al año. Afortunadamente su pureza permite guardarla durante mucho tiempo y garantiza que siempre sea deliciosa y saludable.
Nos interesa mucho el tema de la permapicultura y esperamos que en el año 2018 podamos pasar con nuestras abejas, del sistema tradicional a un sistema más natural, sin cuadros y solo con guías de cera en lugar de marcos estampados, en espacios más grandes, abriendo y tocando las colmenas una sola vez al año, pero con el doble de la cantidad de miel.
Queremos que las abejas se sientan en la finca como en su casa, es decir, en plena naturaleza sin domesticar.
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